Quiénes somos las Servidoras?

Las Servidoras somos un Instituto de vida consagrada -CIC, 604, 2- de derecho pontificio, fundado en Buenos Aires, en 1952, por el Sacerdote argentino Cgo. Luis María Etcheverry Boneo, con el fin de "...colaborar eclesialmente en 'recapitularlo todo en Jesucristo' ", su fin es esencialmente de servicio a la Iglesia.

Nuestro carisma en 1985 fue asumido eclesialmente por la Arquidiócesis de Buenos Aires y desde 1995 como pontificio; es tan antiguo como la Iglesia misma, se remonta a las mujeres que acompañaron la tarea de la primitiva Iglesia como diaconisas, vírgenes y viudas.


Presidenta: Cristina Benedit
Sede central: Federico Lacroze 2100, (1426) Buenos Aires
Sede en Roma: Viale Regina Margherita 265, (00198) Roma
e-mail: info@servidoras.org.ar


Red Informática de la Iglesia en América Latina - RIIAL -

La Red Informática de la Iglesia en América Latina - RIIAL - fue promovida en 1990 por el Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales y el Consejo Episcopal Latinoamericano - CELAM - para la difusión de la fe y la cultura cristiana y como un aporte cultural a la sociedad latinoamericana en general.

El Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales y el CELAM encomendaron a las Servidoras, para la RIIAL, la tarea de seleccionar, estudiar y producir en formato electrónico la documentación de la Iglesia constituída por las Acta Apostolicae Sedis y la documentación universal de carácter teológico, filosófico, pedagógico, etc., construyendo las Bases Documentales.


Padre Luis María Etcheverry Boneo,

Siervo de Dios

www.etcheverryboneo.org

Nació en Buenos Aires el 18 de septiembre de 1917. Concluyó su bachillerato en el Colegio Champagnat. En 1937 comenzó su formación sacerdotal que continuó en el Colegio Pío Latinoamericano y en la Universidad Gregoriana de Roma.
Fue ordenado sacerdote el 12 de abril de 1941. En 1943 volvió a Buenos Aires, iniciando su ministerio en la Curia, en el Seminario, en Parroquias y en Colegios, sobre todo en el de Nuestra Señora de la Misericordia.
Profundamente identificado con el ideal paulino de instaurar todo en Cristo, organizó instituciones para la formación de la juventud: Colegios Universitarios, los Colegios San Pablo, la agrupación “Misión”.
Fue Director de los Cursos de Cultura Católica desde los cuales impulsó la creación de la Universidad Católica.
Intuyó la necesidad de una nueva forma de vida consagrada femenina al servicio de la Iglesia y en 1952 fundó las “Servidoras” que, luego de su muerte, fue fuente inspiradora de un nuevo canon del Código de Derecho Canónico de 1983.
Nada era ajeno a su interés sacerdotal y en su personalidad mostraba el armónico cultivo de lo natural y lo sobrenatural. Se prodigó con infatigable paternidad como director espiritual y como maestro, elaborando una rica doctrina teológico-espiritual. Orientó muchas vocaciones sacerdotales y para la vida consagrada, y formó laicos con sólidos principios cristianos, nucleando una amplia familia espiritual. Transmitía siempre su alegría interior y su identificación creciente con Jesucristo. Vivía lo que predicaba y se hacía siempre “todo a todos”. Inculcaba su amor a la Virgen, a la Iglesia, al Papa, a la Palabra de Dios y al Magisterio, a la Liturgia, a la potencialidad de la Gracia, a la oración. Arraigado en la milenaria cultura cristiana, escrutaba con atención los signos de los tiempos y trabajaba sin descanso para que la Iglesia informara sobrenaturalmente a nuestra patria y a todo el mundo actual. Desde estas sólidas bases abrió puertas para el diálogo entre las ciencias y la teología, y para iluminar las “realidades terrenas”, instando a “construir la tierra mirando al Cielo”. En viaje a Roma fue sorprendido por una grave enfermedad en Madrid y allí murió el 18 de marzo de 1971, tras ocho días de gran sufrimiento. Médicos, sacerdotes y religiosas que lo atendieron y visitaron calificaron su muerte como la de un santo.
En 1997 ha sido iniciado el Proceso diocesano de beatificación del Siervo de Dios.

Oración para pedir gracias en privado al Padre Luis María Etcheverry Boneo.

Señor, que llamaste a tu sacerdote Luis María
a trazar un camino para tu servicio y gloria;
que lo impulsaste a buscar la eternidad
a través de todas las realidades terrenas
y le permitiste colaborar en el desarrollo
de las enseñanzas de la Iglesia,
formar personas y crear instituciones
a fin de “instaurar todo en Jesucristo” de la mano de María;
te pido progresar en el camino de la vida eterna,
santificándome santificando,
y crecer en la fe, la esperanza y la caridad.
Te ruego que te dignes glorificarlo
y para ello me concedas por su intercesión
el favor que te pido. Amén.


(Se pide la gracia rezando un Padrenuestro, Ave María y Gloria).

Esta oración en nada pretende prevenir el juicio de la Autoridad eclesiástica, y no tiene finalidad alguna de culto público. Oración con autorización eclesiástica.

Alianza espiritual de todos los devotos:
Se ruega que todos aquellos que pidan alguna gracia o favor en privado por intercesión del Padre Luis María Etcheverry Boneo, agreguen y hagan propias las peticiones de todas las personas que en algún lugar del mundo invoquen la misma intercesión.
De esta manera se refuerzan las peticiones y se estrechan vínculos espirituales en el Cuerpo Místico de Cristo.

Por gracias recibidas comunicar a la postuladora de la causa: Lic. María Alejandra Rayneli, Servidora
al mail: causa@etcheverryboneo.org




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